Vivir al borde del agua. Casa en la Bahía de Otago, Australia. Topology StudioTopology Studio son los artífices de esta Casa en la Bahía de Otago, que se integra en su entorno natural gracias a un cuidadoso estudio de los materiales utilizados.
La vivienda, perteneciente a una pareja de familiares de los arquitectos, se encuentra a tan sólo 20 minutos de Hobart, capital de Tasmania, Australia. Es un lugar privilegiado por su entorno natural y la cercana presencia del río, cuyas vistas los propietarios querían capturar desde el interior de su vivienda.
La casa se concibe respetando al máximo el lugar, por lo que su volumetría se adapta al terreno en ladera y a las curvas de nivel, reproducidas en el diseño de la planta.
De este modo, la vivienda queda parcialmente cubierta por la ladera, aprovechando la fachada ciega para situar la banda de circulación interior, el corredor que se encuentra tras el acceso.
La entrada se concibe de forma másica, como si de una rasgadura en un macizo se tratase, como una entrada a una cueva, acentuada por la sombra proyectada por el retranqueo de la puerta de acceso.
Sin embargo, una vez en el interior, el corredor se inunda de luz procedente tanto de los ventanales de la zona de día, situados al fondo, que se abren al paisaje, como del patio que ocupa la zona central de la vivienda, conectado tanto al corredor, como al dormitorio situado en este nivel y a la terraza exterior.
La zona de día, que integra el salón, el comedor y la cocina, goza de vistas panorámicas en dos direcciones gracias al cerramiento acristalado que materializa toda la esquina, y que dispone de una considerable altura libre gracias a la sinuosa curvatura de la cubierta, que se eleva en los extremos del edificio.
La zona de día conecta con la terraza cubierta que recorre todo el perímetro y da acceso al patio central, así como a otra terraza al aire libre situada en el terreno adyacente, en un nivel algo inferior, a la cual se accede a través de una escalera de hormigón.
El dormitorio principal se sitúa en la planta inferior, que aprovecha el desnivel del terreno para maximizar el espacio de la vivienda sin aumentar su huella, al cual se accede a través de una escalera situada en el ensanchamiento del corredor debido a la curvatura de la fachada ciega.
La estancia dispone de baño propio y unas espectaculares vistas del entorno, a través de ventanas que enmarcan nuevamente el paisaje.
Además, las repisas de estos huecos tienen una considerable dimensión, proporcionando zonas de descanso que permiten a la pareja propietaria disfrutar del aire libre.
La distribución de la vivienda cuenta con posibles futuras ampliaciones en el número de habitaciones, de modo que el garaje, que ocupa la parte trasera de la banda habitable junto al acceso, permitiría su fácil adaptación al programa interior.
El diseño además ha tenido en cuenta criterios sostenibles, orientando la casa de modo que busca el sol invernal y se protege del calor estival, gracias al retranqueo de la fachada de vidrio de la zona de día, quedando protegida por el vuelo de la terraza y por los pilares situados en el perímetro.
Además, se favorece la ventilación natural, garantizando el control de la temperatura a lo largo de todo el año.
La sostenibilidad también ha sido tenida en cuenta en la selección de los materiales, principalmente en la fachada de mampostería de origen local, de bloques fabricados a medida para integrar la paleta de tonos con el paisaje.
La carpintería metálica de color gris oscuro pasa desapercibida, destacando algunos elementos de madera, como la puerta del garaje o la envolvente del cobertizo adyacente.
En el interior la envolvente deja la fábrica vista, combinando su textura con el blanco impoluto del acabado de los elementos de división interior, incluyendo baños y cocina, y con el pavimento de terrazo continuo que imita la paleta de color de la fachada.
El toque cálido lo aporta el revestimiento de madera del techo, a juego con algunos armarios de la cocina y algunas piezas del mobiliario.
