New Shanghai Theatre, arquitectura revitalizada de Neri&Hu

La rehabilitación de un antiguo teatro en Shanghai, llevada a cabo por el estudio chino Neri&Hu, potencia un uso dramático de la iluminación, tanto natural como artificial, mostrando la propia teatralidad del edificio ya desde su acceso.

El despacho Neri&Hu Design and Research Office se ha convertido en los últimos años en uno de los estudios chinos de mayor proyección internacional. Fundada en Shanghai en el año 2004, por los arquitectos Lyndon Neri y Rossana Hu, la firma se caracteriza por la interdisciplinariedad de sus propuestas donde se investiga el carácter experiencial de los espacios, en estrecha relación con su forma y su aspecto físico, la materialidad y el detalle constructivo, o la luz. La arquitectura de Neri&Hu se percibe como un cúmulo de experiencias y sensaciones, trascendiendo la mera funcionalidad.

La sensibilidad del estudio a la hora de enfrentarse con el contexto cultural de la ciudad consolidada, tiene un buen ejemplo en el New Shanghai Theatre. Un análisis riguroso del programa y la historia de este antiguo teatro edificado en la década de 1930, fueron la base para el desarrollo de un proyecto de rehabilitación que tuvo que enfrentarse a las transformaciones y renovaciones de la edificación original, no todas ellas afortunadas.

La confusión programática y la mezcla de estilos e intervenciones dispares, sucedidas en el tiempo, ha dado paso a una reestructuración del edificio, recuperando su unidad y claridad. El gran vestíbulo de entrada queda flanqueado por la taquilla y el guardarropa. Hasta él se llega a través de un espacio exterior a cubierto, que funciona como plaza de acceso. El módulo de aseos lo separa del auditorio, mientras que en un volumen anexo se disponen los vestuarios.

Exteriormente, el edificio se ha configurado como un volumen pétreo encajado entre las edificaciones colindantes y levantado sobre una planta inferior mucho más liviana y retranqueada. El revestimiento de piedra en tonos grises aporta un carácter masivo y pesado, que no ha querido reducirse con la apertura de huecos, quedando completamente cerrado.

La plaza de acceso se convierte en un espacio de transición entre el exterior y el interior, difuminando los límites entre el espacio público y el privado. No sólo sirve como antesala o lugar de acogida, sino que su cerramiento permeable permite ampliar el vestíbulo. La zona de espera o punto de encuentro se inmiscuye en la calle y participa de su ajetreo.

En contraste con la piedra del cuerpo superior, los cerramientos de la planta baja se revisten de chapa estriada de bronce. Su forma ondulante se inspira en el telón y las cortinas del teatro, anticipando el escenario que oculta tras de sí la arquitectura. La forma inclinada de los muros invita a aproximarse y a entrar en el interior del edificio.

Los espacios, exterior e interiores, han sido tratados de manera dramática, casi con carácter teatral, buscando la concatenación de situaciones distintas, como si se recrearan escenas o pasajes diferentes de una obra interpretada en este caso por el espectador. Para conseguirlo, Neri&Hu recurren a las aperturas y perforaciones cenitales para captar la luz.

Tanto en el atrio como en el vestíbulo, huecos y lucernarios de diferente tamaño, inclinación y orientación producen una iluminación cambiante a lo largo del día, un escenario dinámico que aprovecha las condiciones lumínicas naturales, y que se ve reforzado por el carácter sumamente dramático de la iluminación nocturna. La forma facetada de las superficies denota la condición tallada del volumen, casi cavernoso.

Conforme se accede a los espacios interiores, el visitante cambia su percepción de los ámbitos generados. El vestíbulo rompe toda monotonía gracias a su expansión vertical a través de huecos, dobles alturas y pozos de luz. La iluminación diurna, con luces y sombras cambiantes y variables según las condiciones climatológicas, así como la iluminación nocturna, transforman la percepción del espacio, como los actores se transmutan en personajes.

La iluminación artificial se dispone en líneas continuas en la parte superior e inferior de los paneles ondulados de bronce, haciendo que estos floten ingrávidos como telones. Se complementa con bañadores de pared, que introducen líneas de iluminación rítmica de gran dramatismo.

En los huecos a doble altura, unas luminarias lineales se suspenden del techo en una composición libre y asimétrica, jugando con la dirección de sujeción y su forma de colgar. Estas líneas de luz refuerzan la irrealidad del espacio.

El cuerpo pétreo superior se ilumina cenitalmente a través de entradas talladas de luz y, puntualmente, vuelca sobre el espacio del vestíbulo, generando situaciones muy interesantes de relaciones visuales entre los diferentes niveles.

El acceso hasta el auditorio se realiza rodeando el módulo de aseos, atravesando espacios cuyos cerramientos de chapa estriada de bronce simulan cortinajes. De una manera muy teatral, el espectador parece estar entre bambalinas y acceder no a la sala de butacas sino directamente al escenario.

Desde el acceso, el espectador se siente partícipe del mundo del teatro, en una secuencia espacial que lo lleva a convertirse en actor de la arquitectura de Neri&Hu. No sólo el espectador, incluso los propios transeúntes que transitan por la calle participan de la teatralidad y el espectáculo arquitectónico, sin necesidad de comprar entrada.

Fotografías de Pedro Pegenaute

http://www.neriandhu.com/