Los arquitectos Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno Mansilla, mediante la construcción de un edificio sencillo y compacto, proveen con gran elegancia un espacio dedicado a la exposición de obras de grandes dimensiones de las colecciones reales
Desde un punto de vista urbano el edificio se construye como una continuación del basamento del Palacio Real contribuyendo al remate del paisaje de la cornisa poniente de Madrid preservando el carácter público y abierto de la plaza a de la Almudena.
“La arquitectura del Museo de las Colecciones Reales es una arquitectura sobria, ajustada y austera, consciente de la responsabilidad del contexto en el que se inserta, pero también consciente del momento en el que ha sido construida, en la que su cualidad espacial viene ligada a la precisa construcción de unos espacios de gran dimensión estructural, que conceden dignidad a la arquitectura por su solidez, funcionalidad y escala.” Estudio de arquitectura Emilio Tuñón.
El Museo establece una vinculación formal con el Palacio real, al seguir las trazas de la posible ampliación al sur del Palacio diseñada por el arquitecto por Giovanni Battista Sacchetti en 1757 y más tarde por Francesco Sabatini en 1790. La tipología del museo concentra todo el programa en un único edificio lineal, con un recorrido descendente de tres niveles que permite simultanear dos recorridos, el principal que recorre todas las colecciones y uno alternativo que facilita contemplar ciertas obras puntualmente. Con estos recorridos descendentes permite conectar en su parte inferior el campo del Moro con la Plaza del Palacio Real.
Los tres niveles de exposición albergan las colecciones de tapices, pinturas y carruajes respectivamente. Cada nivel tiene una dimensión de ciento veinte metros de longitud y dieciséis metros de ancho, con diferentes alturas. Por la fachada oeste encontramos una gran celosía formada por granes pilares de granito que se van alternado con unas bandas horizontales de hormigón blanco a modo de imposta que se mimetiza con el nítido perfil del basamento del Palacio Real. La fachada de granito del museo tiene una composición que la hace parecer pesada y ligera al mismo tiempo. Por la parte este se encuentran los restos arqueológicos de la muralla árabe integrados al museo, conservados íntegramente y catalogados como Bien de Interés Cultural.
Para poder exhibir las colecciones se requieren unos espacios de grandes dimensiones y alturas considerables, imponiéndose así en el museo una estrategia de composición estructural próxima a las grandes infraestructuras contemporáneas. El museo destaca por su realismo pragmático que evita la ornamentación que pueda llegar a quitar protagonismo a las colecciones o desvirtúe perfil del basamento del Palacio Real.
El sistema estructural funciona como un muro de contención habitado de gran escala, integrado, formal y constructivamente, con el basamento del Palacio. Está formado por grandes pórticos de hormigón blanco separados cada dos metros, generando así espacios de grandes dimensiones, que junto a su precisa construcción y su generosa escala conceden dignidad a su arquitectura.
Las obras del museo concluyeron en 2015 y a pesar de que se fijó la inauguración en 2017, en los últimos días se ha anunciado que la inauguración se pospone para 2022
Fotografías de Luis Asín
Se podría ampliar la excavación de manera que se pudiera contemplar la Puerta Alvega?
Se podría adaptar la obra a la tradición de manera que la imagen de la Almudena quedara en un nicho vertical