ARQUITECTURA

Menos es más Mies: habitantes en casas de collage

Los numerosos dibujos, collages y fotomontajes de los proyectos de Mies van der Rohe son la mejor muestra de su arquitectura esencial y de su estética minimalista, abanderadas por su mítica frase “menos es más”

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Los numerosos dibujos, collages y fotomontajes de los proyectos de Mies van der Rohe son la mejor muestra de su arquitectura esencial y de su estética minimalista, abanderadas por su mítica frase “menos es más”


Realizados con fragmentos de fotografías, papeles de colores, láminas o chapas de madera, papeles marmoleados o jaspeados, los dibujos, en muchos casos de proyectos no construidos, muestran el universo miesiano de una manera plástica y visual.









Aunque algunos de los dibujos fueron realizados por el propio Mies, una gran parte de los mismos fue llevada a cabo por sus ayudantes y colaboradores, entre ellos George Danforth, William Priestley o Edward Duckett.







Son especialmente significativos aquellos que muestran las numerosas viviendas proyectadas por el maestro y que, desgraciadamente, no pudieron llegar a ejecutarse. Se trata de la representación de un mundo ordenado y geométrico, donde la arquitectura se ha reducido a lo mínimo.







El espacio queda definido exclusivamente por la combinación de retículas, planos y líneas. Sobre una trama de pavimento y una retícula estructural, se disponen planos autónomos entre líneas de soportes, teniendo como fondo hileras de montantes de carpinterías.







Los muros muestran su independencia sobrepasando los límites de la caja, como en la casa de ladrillo (1923), o, bien, se repliegan encerrando o acotando pequeños fragmentos de exterior, como en el pabellón de Barcelona (1929).







La combinación de este tipo de esquemas genera agrupaciones de casas patio donde la naturaleza queda domesticada, encapsulada dentro de habitaciones sin techo abiertas al cielo.







La reducción del muro a la mínima expresión, hasta llevarlo a su desaparición, es la evolución final del espacio residencial miesiano, que da lugar a las casas de vidrio de estructura metálica. Dos planos horizontales, suelo y techo, un número cada vez más reducido de pilares y una piel transparente, apenas pautada por la carpintería, son los únicos elementos arquitectónicos necesarios.





Se ha generado, en consecuencia, un espacio vacío, visualmente conectado con la naturaleza circundante, que debe ser colonizado por un sistema de objetos, enseres y piezas de mobiliario. Cada habitante ocupa y personaliza su casa.





En la representación del ideal miesiano, son las obras de arte los habitantes de esos espacios. Cuadros y esculturas pueblan las casas de la modernidad. En un mundo cartesiano, la vida parece congelada en forma de escultura. Cuadros de Braque, Picasso o Rothko se superponen a las vistas del exterior, en una contraposición de visiones plásticas y visuales naturales.







En medio de la rigidez geométrica aparecen, en marcado contraste, las texturas de los paneles, el veteado, el marmoleado, los contornos sinuosos de las esculturas y las composiciones curvilíneas de los cuadros. A la linealidad y lo ortogonal de la arquitectura se le opone la curva que introduce la vida: el habitante y sus objetos.







Aunque no lo parezca, ese contraste entre línea y curva está presente en la obra de Mies desde sus inicios, por ejemplo en el poliédrico rascacielos de la Friedrichstrasse de Berlín (1921) y el curvilíneo proyecto de la torre alabeada de cristal (1922); el muro curvo del comedor de la casa Tugendhat (1928-1930); el pilar cruciforme de esquinas redondeadas, ideado para el pabellón de Barcelona; o piezas de mobiliario, como las sillas Barcelona y Brno.









El espacio habitacional, aumentado ahora de escala y con un nuevo sistema de objetos, trasmuta su esencia residencial hacia otros usos. La transposición al espacio expositivo es evidente. La casa, poblada de esculturas y decorada con pinturas, se convierte ahora en museo o sala de exposiciones. En ese contexto, la naturaleza domesticada de la casa patio se transforma en museo al aire libre.









En esencia, lo que define y cualifica el espacio definido por Mies es el sistema de objetos que se utilice. La vida que se implanta en la arquitectura. ¿Qué te llevarías a una casa desierta?



 



Fotografías de MOMA/Artists Rights Society (ARS), NY/VG Bild-Kunst, Bonn

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