Fotografía de Mónica BarrenecheAPT C recuerda la importancia de entender la identidad del usuario para crear ambientes que conecten con el alma de quien lo habita. El apartamento exalta la cultura a través de la lectura y las obras de arte, convirtiéndose en un espejo de sus dueños
Cada espacio debe gritar su esencia, cada proyecto tiene su alma. Al ingresar a un recinto el usuario debe identificarse con el mismo y crear una conexión que le permita el disfrute de los juegos propios de la arquitectura. Un conjunto sin estas conexiones pierde su objetivo y se convierte simplemente en llenos y vacíos inertes.
El interiorismo es fundamental para la búsqueda de darle a los ambientes una identidad. Para el desarrollo correcto de esta disciplina es crucial entender quién habita el espacio; sus hábitos, sus pasiones, sus afectos son lineamientos cruciales que implementados de manera adecuada permiten detonar emociones, dinámicas y vínculos con el ámbito.
APT C es un apartamento en Barranquilla, Atlántico, que fue remodelado por la firma local de arquitectura DEB Consulting; es una pieza que proyecta la identidad de sus dueños, los cuales son grandes amantes de los libros y del arte, por lo tanto, la configuración podría resumirse como una imponente biblioteca en medio de una gran galería blanca.
Al ingresar al apartamento por medio de un ascensor directo, que dirige hacia una puerta en celosías la cual permite el ingreso de la luz natural al interior del área privada, lo primero que roba la mirada es el gran fondo en madera de tonalidad Nogal que alberga una gran colección de libros. Este elemento fijo es de doble altura y es el gran protagonista del lugar, pues además de su escala, resalta por su color de los muros blancos de su alrededor. El café contrasta con el verde de la vegetación presente y el naranja el gris de la sala y asimismo, juega con las demás tonalidades de la madera presente en el mobiliario de los espacios sociales.
El segundo elemento principal es la colección de arte que da vida a los muros blancos que la exhiben como en un museo. Las obras se encuentran expuestas en todo el apartamento; sin embargo, en las zonas sociales, con el fin de lograr el canvas blanco para que la biblioteca y el arte resalte, se plantea un muro de la misma tonalidad enchapado con ranuras verticales que alberga las puertas y las camufla bajo el mezanine en el que posa el estudio. En esta área aparece otra biblioteca de menor dimensión del mismo color de los muros, la cual contrasta con la pared verde que expone un gran cuadro y el mobiliario naranja.
Para la alcoba se escogen tonalidades grises que comunican modestia y búsqueda de equidad, generando una atmósfera de calma en el lugar de descanso. En esta habitación ciertos acabados dorados y naranjas le dan vida al espacio. El baño principal tiene acceso y vista hacia el exterior, por lo que se plantea una zona de asoleamiento que consta de dos sillas con cojinería verde acompañadas de una gran planta que además de producir sombra, permite una conexión hombre-naturaleza.
APT C recuerda la importancia de entender la identidad del usuario para crear ambientes que conecten con el alma de quien lo habita. El apartamento exalta la cultura a través de la lectura y las obras de arte, convirtiéndose en un espejo de sus dueños.
Escrito por María Carla Flórez Jiménez desde BOGOTÁ D.C.
Fotografías de Mónica Barreneche
