ARQUITECTURA

La humanización de la ciudad industrial: la Ivrea de Olivetti

El desarrollo industrial de Ivrea, de la mano de Olivetti, basa su éxito en el diseño integral del tejido urbano guiado por la concienciación social, desarrollando una arquitectura de calidad según estándares de bienestar para el trabajador

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El desarrollo industrial de Ivrea, de la mano de Olivetti, basa su éxito en el diseño integral del tejido urbano guiado por la concienciación social, desarrollando una arquitectura de calidad según estándares de bienestar para el trabajador


Gracias al desarrollo de la empresa Olivetti, la ciudad industrial de Ivrea fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2018, al albergar una muestra excepcional de arquitectura, con ejemplos de algunos de los mejores arquitectos italianos del siglo XX.





La política corporativa de Olivetti apostó por el encargo de una arquitectura de calidad como imagen de la marca, visible no sólo en sus tiendas y showrooms, en sus distintas sedes y edificios de oficinas, sino también en la propia arquitectura fabril y los complejos de viviendas para sus trabajadores. Desde las grandes propuestas de Le Corbusier, hasta los pequeños encargos a Gae Aulenti o Carlo Scarpa, la empresa fue la mecenas de un importante capítulo de la arquitectura moderna italiana.






Fotografías de Gianluca Giordano



La configuración de Ivrea como ciudad industrial se realizó alrededor de la fábrica levantada por Camillo Olivetti, donde en 1908 se empezaron a producir sus primeras máquinas de escribir. Esta edificación ha sufrido a lo largo del tiempo numerosas ampliaciones, como las actuaciones llevadas a cabo por Luigi Figini, Gino Pollini, Annibale Fiocchi y Ottavio Cascio, entre 1939 y 1957. Del conjunto destaca la cubierta acristalada diseñada por Eduardo Vittoria.






Fotografías de Gianluca Giordano



El verdadero promotor del gran complejo de Ivrea es Adriano Olivetti. Su concienciación social y medioambiental le llevó a buscar un nuevo modelo de industria, fuertemente enraizada en el tejido urbano y social. Las áreas administrativas y de producción se entremezclan con zonas residenciales para trabajadores y equipamientos sociales, como la guardería (1941) de Luigi Figini y Gino Pollini.






Fotografías de Ivrea Città Industriale



De estos mismos arquitectos es el Centro de Servicios Sociales (1954-1959), con un interesante juego volumétrico, un pórtico de pilares hexagonales de enorme plasticidad gracias a sus vigas, nervios y perforaciones, sus terrazas interconectadas y sus celosías.






Fotografías de Ivrea Città Industriale








Fotografías de Gianluca Giordano



El comedor (1953-1961) fue diseñado por Ignazio Gardella y se localiza en un entorno arbolado en ligera pendiente. La adaptación al terreno permite incluir los espacios de cocinas y servicios en dos niveles soterrados, elevando las áreas para comer en dos plantas completamente abiertas hacia las vistas en todo su perímetro.




Fotografía de Gianluca Giordano






Fotografías de Ivrea Città Industriale



Una parte importante de la producción arquitectónica fue la destinada a la residencia de los trabajadores, iniciándose en 1939 la construcción de viviendas sociales Borgo Olivetti y viviendas para familias numerosas de Castellamonte, por Luigi Figini y Gino Pollini; o, a partir de 1948, las casas y villas para directivos, diseñadas por Marcello Nizzoli y Gian Mario Olivieri. De estos mismos arquitectos, sobresale el conjunto de 18 alojamientos (1954-1956), con fachada dinámica de franjas horizontales.






Fotografías de Ivrea Città Industriale






Fotografías de Gianluca Giordano



Una de las últimas unidades residenciales construidas fue la Oeste, denominada Talponia (1968-1971). El proyecto de Roberto Gabetti y Aimaro Oreglia d’Isola se resolvió como una colina artificial de forma semicircular, que busca mimetizarse con su entorno.






Fotografías de Ivrea Città Industriale




Fotografía de Gianluca Giordano



Dentro de las edificaciones propiamente fabriles, se puede destacar el brutalismo del antiguo edificio Sertec (1968), de Ezio Sgrelli; o la recuperación de la antigua Carpintería de 1927, actualizada en 1956 por Ottavio Cascio, con una colorida fachada gracias al empleo de parasoles.






Fotografías de Ivrea Città Industriale




Fotografía de Gianluca Giordano



A Eduardo Vittoria correspondió el diseño del Centro de Investigación (1951-1955), con su curiosa fachada racionalista de paños de ladrillos esmaltados en azul; así como la magnífica Central Térmica (1956-1959), de enorme sutileza en el tratamiento de los volúmenes y su materialidad.






Fotografías de Ivrea Città Industriale



El edificio de oficinas donde se encuentra la Dirección de Olivetti (1955-1964) fue proyectado por Annibale Fiocchi, Marcello Nizzoli y Gian Antonio Bernasconi, este último colaborador habitual de la empresa durante treinta años. Con su diseño se buscó cierta representatividad, en un trazado en tridente donde el vestíbulo se convierte en el elemento espacial más importante, gracias a su escalera que asciende por un vacío hexagonal.








Fotografías de Gianluca Giordano



Al carácter innovador de las propuestas urbanísticas y arquitectónicas hay que sumar la concienciación y la responsabilidad social alcanzada en el desarrollo de la ciudad industrial de Ivrea. Las aportaciones de Olivetti a la arquitectura moderna no se acaban con la descripción hecha aquí, ni siquiera con el conjunto de Ivrea. Su estela se difundió por el resto de Italia, exportando al resto del mundo el diseño y la manera de hacer propiamente italianos.



Fotografías de Ivrea Città Industriale y Gianluca Giordano

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