Un gran ejemplo de arquitectura de bajo presupuesto llevada a cabo gracias a la cooperación entre lugareños y técnicos
Vista exterior de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Vista exterior de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Tras el destructivo terremoto que asoló la provincia tailandesa de Chiang Rai el 5 de mayo de 2014, se puso en marcha un programa orientado a recuperar las escuelas afectadas por la catástrofe con el fin de construir varios pabellones de bajo presupuesto que pudieran resistir futuros sismos. De estos nueve proyectos diseñados por nueve arquitectos tailandeses emergentes, la escuela de Baan Nong Bua será la propuesta desarrollada por el equipo de Jun Sekino, que tiene sede en Bangkok.
Acceso de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Fachada lateral de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Baan Nong Bua es una escuela elemental para niños de entre 5 y 10 años. Su sencillo programa consiste en cuatro aulas de 48 m2, un corredor de acceso y un gran vestíbulo semiabierto con espacio libre para el ocio de los niños. La disposición de las aulas responde a posibles modificaciones que necesiten realizarse por parte de los usuarios, pudiendo, por ejemplo, fusionarse dos aulas a través del desmontaje del tabique separador compuesto por varios paneles prefabricados. Esta idea flexible del espacio se combina con elementos tradicionales de la arquitectura local, como pueden ser lugares específicos para guardar los zapatos, tal y como marca la cultura tailandesa, que exige descalzarse a los invitados antes de acceder al interior de los edificios.
Dibujo axonométrico del ensamblaje de los elementos de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Planta de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
El diseño del edificio responde a tres condicionantes fundamentales: el clima del norte de Tailandia, la actividad sísmica y el bajo presupuesto. Para garantizar un buen funcionamiento climático se toma como referencia la arquitectura rural de la zona, que incorpora elementos tales como grandes aleros extendidos y porches que permiten la entrada de luz, pero al mismo tiempo garantizan la existencia de sombra permanente y la circulación libre del aire. A su vez, el edificio se eleva sobre el suelo para mantenerse protegido del agua en caso de inundación.
Porche y aula de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Porche de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Porche de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
La solución constructiva del edificio está orientada a absorber la vibración en caso de terremoto y a una puesta en obra rápida y eficaz, en la que se genere la menor cantidad de residuos posible. Se opta así por una estructura de acero, a modo de esqueleto flexible, combinada con materiales prefabricados y locales para realizar las cubriciones con montajes en seco. El resultado es un edificio ligero y permeable que juega con el contraste de opacidades entre los paneles prefabricados de cemento y madera, y una piel semitransparente de policarbonato y bambú.
Aula de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Galería de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Para la ejecución material del proyecto ha sido fundamental la cooperación entre todos los lugareños, así como la labor de una red denominada Diseño sin fines de lucro para Desastres (D4D). La Asociación de Arquitectos Siameses aportó su apoyo técnico y financiación, y la Asociación de Contratistas tailandeses puso en contacto a las empresas de construcción. Por su parte, el Instituto de Ingeniería de Tailandia y la Asociación de Ingenieros Consultores de Tailandia garantizaron el soporte de la ingeniería.
Detalle de la estructura y los acabados de la Escuela Baan Nong Bua, Jun Sekino
Imágenes: Spaceshift Studio