La residencia Wilkinson, situada en Portland, Oregón, es un ejemplo de la arquitectura orgánica, en completa sintonía con la naturaleza boscosa que la rodea, que caracteriza a su creador, Robert Harvey Oshatz.
Su construcción, que se demoró 7 años, terminó en 2004. La vivienda unifamiliar es conocida como "La casa del árbol" o "Wave House", por la disposición de gran parte del programa en una plataforma elevada, que vuela entre las copas de los árboles, respondiendo y salvando los inconvenientes del terreno en pendiente en el que se ubica, y por sus sinuosas formas, a las que se adaptan a la perfección los materiales utilizados, respondiendo de esta forma a las demandas específicas del propietario, amante de la música y la naturaleza.
Tiene una superficie total de 393 m2, repartidos en dos plantas. En el nivel inferior, de 159 m2 , se encuentra la zona de noche, que cuenta con 3 dormitorios, 2 baños y 1 un aseo, además de otros espacios de almacenamiento. La zona de día se desplaza a la planta superior, y se concibe de una forma más fluida, como espacios interconectados que incluyen una zona de estar, la cocina y el salón comedor, que vuelca a una gran terraza.
Los espacios interiores en ambos niveles fluyen hacia el exterior gracias a la envolvente de vidrio, indispensable para la conexión visual con la naturaleza pretendida. A su vez, el entorno parece penetrar en la casa gracias a la curvatura de los cerramientos que delimitan los espacios, incluso de la estructura, y de los materiales utilizados, donde predomina la madera de cedro, presente en las potentes vigas laminadas encoladas.
En el exterior se repiten los materiales, madera, cobre, pizarra, etc., que crean una variedad de colores y texturas en sintonía con la naturaleza circundante.
Dos círculos seccionados enmarcan el acceso, en el que se dispone vegetación a modo de jardín japonés.
Fotografía: www.oshatz.com