La arquitectura de Rozana Montiel apuesta por satisfacer las necesidades de la población de una forma equitativa y sostenible, contribución social y urbana que ha sido reconocida en 2019 otorgándole el Global Award for Sustainable Architecture.
Destacamos algunos de los proyectos que reflejan el merecimiento de este prestigioso galardón. El primero de ellos es un prototipo de vivienda rural en San Mateo del Mar, Oaxaca, un poblado desfavorecido gravemente afectado por los terremotos de septiembre de 2017.
La arquitecta apuesta por una construcción sencilla con materiales naturales abundantes en la zona, principalmente la madera, que configura la estructura y la envolvente, y la palma, que cubre la cubierta a dos aguas.
Estos materiales garantizan el confort climático del espacio interior, que alberga un sencillo módulo habitacional.
Además del aislamiento proporcionado por los materiales escogidos, la orientación de las construcciones garantiza una ventilación cruzada que disipa el calor interior en verano, a la vez que se protege de los fuertes vientos disponiendo de una barrera vegetal alrededor de la parcela donde se ubica.
La construcción se protege de las constantes inundaciones gracias a la sobreelevación de la cimentación.
El módulo habitacional, que puede multiplicarse en función de las necesidades de las familias a las que alberga, se ve complementado con un baño independiente y una cocina con fogón.
El baño dispone de un sistema de almacenamiento de agua de lluvia que permite garantizar la continuidad en el abastecimiento de agua.
La original sección pentagonal de la construcción y el diseño de los cuchillos de madera que componen la estructura optimizan la respuesta y estabilidad ante los movimientos sísmicos habituales de la zona.
Otro de los proyectos destacados es una pequeña vivienda de 50 m2 en Ocuilan, México, afectada también por los terremotos de 2017, donde reinterpreta la vivienda tradicional rural de la zona, mejorando la calidad de vida de sus habitantes, principalmente de uno de sus miembros, una persona mayor con movilidad reducida.
Se trata de una vivienda construida con muros de ecoblock que resuelven el cerramiento de fachada, sobre los que descansa una cubierta inclinada de madera a dos aguas, cuya pendiente permite aprovechar el espacio bajo cubierta para disponer una segunda habitación para los 2 niños de la familia a modo de buhardilla, a la cual se accede por una escalerilla de madera, situada sobre otra estancia que ocupa la parte inmediatamente inferior.
Los materiales utilizados garantizan el confort térmico en el interior de la vivienda, favorecido también por la doble altura que dispone la zona de día, la cocina-comedor, que da servicio también a otras viviendas adyacentes pertenecientes a otros miembros de la familia.
Un depósito para almacenamiento de agua abastece un baño situado junto al dormitorio en la planta baja, además de a una pila, mejorando la salubridad y la calidad de vida de los habitantes de la vivienda.
El tercer proyecto, Común-unidad, es la transformación de un espacio público existente en una unidad habitacional en San Pablo Xalpa, Ciudad de México, totalmente sectorizado y sin vida, en un área común para los vecinos que promueve y favorece la interacción social, mejorando la convivencia y la calidad de vida de los habitantes del barrio, principalmente los niños.
El proyecto se basó en la idea de eliminar por completo las barreras físicas y arquitectónicas, proporcionando espacios abiertos, espacios techados equipados con diferentes instalaciones donde realizar actividades para los menores, desde áreas de juegos hasta una biblioteca.
Estos espacios cobran vida y se transforman en lugares de encuentro y reunión vecinal, mejorando el urbanismo del barrio así como las relaciones sociales entre sus habitantes.
Rozana Montiel Estudio de Arquitectura
Imágenes de las viviendas de Jaime Navarro
Imágenes del espacio urbano de Sandra Pereznieto