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La arquitectura de BIG para el nuevo centro cultural MÉCA de Burdeos

BIG crea un marco para la celebración del arte contemporáneo y el cine gracias al gran espacio público que conecta el paseo marítimo con la ciudad.

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BIG crea un marco para la celebración del arte contemporáneo y el cine gracias al gran espacio público que conecta el paseo marítimo con la ciudad.


La internacional firma de arquitectura BIG ha diseñado el nuevo centro cultural de Burdeos que ha sido bautizado como MÉCA, acrónimo de Maison de l'Économie Créative et de la Culture en Aquitaine. Esta enorme “sala de estar urbana” de 18.000 metro cuadrados, nace con la intención de convertir a la ciudad en "el epicentro de la cultura".



El edificio diseñado por BIG, en colaboración con el estudio de arquitectura francés FREAKS, busca convertirse en una extensión del paseo de la ciudad donde la gente pueda caminar y participar de las actividades que ofrece. Está ubicado en el centro de la ciudad, entre el río Garona y la estación de tren de Saint-Jean, y forma parte de un plan para la revitalización de la ribera del río, donde se están transformando una serie de edificios industriales en instituciones culturales.





MÉCA es la sede de la organización de artes visuales FRAC, del centro de artes escénicas OARA y de la organización literaria y cinematográfica ALCA, destinando un tercio del edificio a cada una de ellas, con OARA y ALCA en las dos columnas verticales y FRAC en el arco superior del mismo.



El edificio se convierte en una extensión del paseo marítimo a través de una gran rampa que te lleva al gran salón urbano de 1.100 metros cuadrados ubicado en el centro del mismo. Éste está marcado con un cartel colgado de 7 m de altura con la palabra MÉCA, que ilumina el espacio como una moderna araña con la escala de la gran sala urbana.







En ocasiones especiales, los espacios al aire libre de MÉCA pueden transformarse en un escenario para conciertos y espectáculos teatrales o en una amplia galería de esculturas y otras instalaciones artísticas.



Al entrar al vestíbulo del edificio, los visitantes pueden relajarse en un “foso en espiral” compuesto por bancos o comer algo en el restaurante, que está conectado visualmente con el exterior a través de una gran ventana. El restaurante está amueblado con muebles rojos a medida y sillas de corcho diseñadas por BIG, haciendo un guiño a la cultura del vino de la ciudad.







Junto al restaurante encontramos el teatro de 250 plazas de OARA, que dispone de configuraciones flexibles de asientos, y un cine de 80 butacas propiedad de ALCA. Estos espacios también están perforados con ventanas colocadas aleatoriamente para crear transparencia entre el interior y el exterior. La organización ALCA también dispone de dos oficinas de producción y un área para la incubación de un proyecto.



En las plantas superiores se ubica FRAC, con espacios expositivos de 7 m de altura, estudios de producción para artistas, almacenes, un auditorio con 90 plazas y una cafetería.







El edificio puede ampliar su superficie otros 850 metros cuadrados gracias a su azotea, que permite futuras instalaciones de arte a gran escala o actuaciones al aire libre con unas vistas privilegiadas de la ciudad de Burdeos.



Todo el edificio está cubierto por 4.800 paneles de hormigón prefabricado, que junto con las ventanas intercaladas por toda la fachada, crean una textura irregular a la vez que sirven para controlar la cantidad de luz que incide en las diferentes salas y dotan de transparencia al edificio.



Para el arquitecto Bjarke Ingels, socio fundador y director creativo de BIG, es muy importante la colonización del nuevo espacio por parte de los habitantes de Burdeos.



"OARA, ALCA y FRAC ya han llegado cuando el edificio estaba terminado - y ahora que MÉCA ha abierto, el cuarto y último elemento está aquí: la ciudad y los ciudadanos de Burdeos. Dentro de esta nueva sala urbana, ya hemos visto la llegada de los primeros patinadores, la primera pareja romántica compartiendo una botella de Bordeaux en los escalones, y la primera demostración en el paseo inclinado. Así que considero la habitación urbana de MÉCA como un lienzo en blanco, o más bien un marco vacío, para que los bordeleses lo llenen con sus ideas, su creatividad, su cultura, y lo hagan suyo”, dijo Bjarke Ingels.





 



 



© BIG - Bjarke Ingels



© FREAKS



 



Fotografía: Laurian Ghinitoiu

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