Hotel QO Amsterdam. Arquitectura urbana e interiorismo sostenibleDiseñado bajo conceptos de construcción sostenible, el hotel QO fue diseñado por Paul de Ruiter Architects y Mulderblauw Architecten, mientras que la firma holandesa Tank fue la responsable de crear los interiores en colaboración con Conran&Partners. Un hotel urbano que presenta magníficas características de bienestar y sostenibilidad integrales e incluye un invernadero en la azotea y una fachada inteligente.
El hotel de 276 habitaciones repartidas en un total de 21 plantas, se encuentra ubicado a 10 minutos de la estación central de Ámsterdam en una de las áreas de la ciudad más importantes, conocida como Amstelkwartier.
El diseño general busca reducir el impacto ambiental al abarcar la totalidad arquitectónica y alejarse de los elementos de un solo uso. Tal y como explica el equipo de arquitectos de Tank y Conran&Partners, la singularidad de este proyecto radica en un diseño que integra sus principios ecológicos en todas las partes del hotel, desde la estructura hasta las áreas públicas y las habitaciones.
El desafío era conseguir un hotel de alto nivel que cumpliera con los requisitos tanto de los viajeros de negocios como de los de placer, al mismo tiempo que demostrase una sensibilidad hacia la naturaleza en todos los aspectos. Las características principales de este hotel incluyen un invernadero y una piscifactoría en la azotea, donde se cultivan ingredientes frescos para la cocina de su propio restaurante.
Una estructura liviana y abierta une visualmente las diferentes plantas, define las diferentes zonas, sin necesidad de particiones opacas consiguiendo de esta manera la mayor cantidad de luz natural posible en sus interiores.
La paleta de materiales utiliza materiales en su color y acabado original cuando más natural posible, con materiales naturales en telas y revestimientos. De la misma manera se utilizaron materiales recuperados; para la construcción de la edificación, un tercio del hormigón del hotel provino de la antigua torre de Shell, y las alfombras fueron realizadas con hilo 100% reciclado de redes de pesca.
Los artículos de cortesía en las habitaciones del hotel, son substituidos por los de gran tamaño en lugar de los desechables, así mismo, grifos de agua potable filtrada han sido instalados en cada habitación para erradicar la necesidad de botellas de vidrio o plástico de un solo uso.
En cuanto a las instalaciones propias de la edificación, el hotel utiliza energía geotérmica para la calefacción y dispone de un sistema de aguas grises donde el agua residual de las duchas se filtra y se reutiliza para descargar los lavabos.
La fachada inteligente está conectada a un sistema de administración del edificio, un sistema que los huéspedes pueden usar para controlar las persianas automáticas individuales que regulan la temperatura de la habitación.
Con el fin de crear un carácter distinto y una forma intuitiva de recorrido para los huéspedes, los equipos de diseño crearon un esquema de color individual inspirado en la naturaleza para cada una de las plantas.
Los techos de hormigón pulido y el ladrillo de ingeniería de grado externo aportan una sensación industrial al espacio que hace referencia a la arquitectura local, compensado por metal de latón, papel tapiz de seda y un cálido suelo de roble que también se envuelve para formar la cabecera de las camas.
El trabajo en equipo de as diferentes firmas arquitectónicas garantizó una arquitectura que conecta la ciudad y sus residentes con el espacio. Una edificación que unifica su fachada con sus interiores y la esencia de la ciudad de Ámsterdam.
