Everyman Theater © Philip VileLa fachada del nuevo Everyman Theater es un sorprendente trabajo colaborativo de arte público. El proyecto del teatro combina la construcción de una volumetría másica térmicamente muy eficiente. Incorpora sistemas de ventilación natural e infraestructuras con tecnología de bajo consumo obteniendo así, una excelente clasificación BREEAM para este edificio altamente adaptable a las necesidades.
El edificio del Everyman Theater originalmente era una remodelación de la capilla Hope Hall del siglo XIX con un importante simbolismo para los ciudadanos de Liverpool que necesitaba una remodelación completa para poder adaptarse a las necesidades existentes hoy en día.
El arquitecto Haworth Tompkins ha diseñado un nuevo teatro adaptable y con una avanzada tecnología, que conservara la amigable accesibilidad del anterior edificio, proyectando los valores de participación ciudadana y la creatividad local sin perder la representatividad colectiva del pueblo de Liverpool.
El edificio hace uso de la compleja geometría de la parcela y se organizan los diferentes espacios públicos mediante medios niveles que establecen un paseo sinuoso hasta el auditorio principal. El programa del proyecto alberga un auditorio para 400 personas, una zona de actuaciones y ensayos más pequeña, una sala de ensayo, vestíbulos, espacios multiusos y de exposición, restaurante, bar, zona de oficinas, talleres y espacios auxiliares. Toda la fachada es un gran trabajo colaborativo de arte público.
Exteriormente el edificio utiliza un ladrillo rojo muy usual en las construcciones de la ciudad y que lo integran a la perfección. En la fachada oeste se ha colocado una obra de arte pública de gran escala formada por 105 paneles movibles, cada uno muestra un retrato a tamaño natural de un residente de la ciudad obra del fotógrafo Dan Kenyon. El tipógrafo y artista Jake Tilson creó un logotipo con una letra especial para un nuevo e icónico letrero rojo de “Everyman”.
El Everyman se ha concebido como un edificio altamente sustentable. Todos los ladrillos del siglo XIX fueron rescatados para su reutilización en el nuevo auditorio, y se reciclaron todo el entramado de madera del techo. Todos los espacios y materiales se eligieron cuidadosamente para obtener la calificación BREEAM excelente, inusual para un edificio de teatro.
La ventilación natural existente en el espacio principal y las áreas de trabajo se logra a través de grandes aberturas en el techo y troneras bajo el suelo, usando la masa térmica para el pre-enfriamiento, y ventilando los vestíbulos a través de pantallas de apertura y un gran tragaluz. La estructura de hormigón y las paredes de ladrillos recuperados aportan una gran masa térmica. La orientación busca optimizar la luz solar y en la fachada oeste se han colocado unos parasoles móviles para proteger de la radiación.
© Philip Vile
