PATRIMONIO

Espacio de coworking en Brooklyn, por Leeser Architecture

El estudio neoyorquino Leeser Architecture transforma una antigua fábrica de Brooklyn en un moderno espacio de coworking, conservando la esencia del pasado industrial del edificio como parte del patrimonio de la ciudad.

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El estudio neoyorquino Leeser Architecture transforma una antigua fábrica de Brooklyn en un moderno espacio de coworking, conservando la esencia del pasado industrial del edificio como parte del patrimonio de la ciudad.


El encargo de la rehabilitación de tres plantas de un edificio industrial, originalmente una fábrica de azulejos, ubicado en el número 68 de 3rd Street, en Brooklyn (Nueva York), proviene de la empresa COWORK.RS, del grupo Bond Collective, especializada en ofertar oficinas y espacios de trabajo. Estas nuevas instalaciones, denominadas Bond Gowanus, se suman a un listado de espacios en diferentes puntos de la ciudad, como los distritos Flatiron (Silicon Alley) o Financiero (55 Broadway).









El proyecto del estudio Leeser Architecture, dirigido por Thomas Leeser, evita las referencias a los clásicos lofts neoyorquinos o los ambientes rústicos, de nostalgia por el pasado del lugar. Su rotunda propuesta de intervención utiliza los elementos de comunicación como piezas plásticas de conexión entre los distintos niveles de la edificación.




Fotografía de Leeser Architecture



Las escaleras son tratadas como cuerpos autónomos, elementos lineales plegados, quebrados y angulosos que adquieren la forma del origami. El color azul intenso y brillante, Yves Klein blue, contrasta con el color gris del hormigón de la estructura original y los tonos pardos de los forjados y suelos de madera.






Fotografías de Leeser Architecture



Las escaleras se convierten en los elementos que unifican la intervención, propensa a generar espacios diferenciados o comunes, de trabajo o de descanso, colectivos o individualizados, amplios y flexibles, que se adaptan a las diferentes necesidades de sus usuarios, al estar pensado como un espacio de trabajo colectivo y variado.




Fotografía de Leeser Architecture



El programa incluye oficinas compartidas e individuales, espacios de trabajo informales, salas de reunión y salas de conferencias, además de usos comunes como área de recepción, cocinas, zonas de comedor, espacios de descanso y esparcimiento, así como una terraza exterior.






Fotografías de Keziban Barry



El proyecto conserva la esencia de la edificación industrial, sin enmascarar su estado de conservación, las huellas del paso del tiempo, su estructura o su espacialidad, dejando todas las instalaciones vistas. Desconchados, faltas en los revestimientos, antiguos grafitis y las fábricas vistas originales recuerdan, a cada paso, el contenedor preexistente sobre el que se ha intervenido. La propuesta no se recrea en la nostalgia del pasado, sino que apuesta por el diseño contemporáneo, como contraste.






Fotografías de Keziban Barry



La iluminación se descompone en múltiples opciones, tanto puntual como ambiental, marcando direcciones mediante líneas de LEDs que se incrustan en el suelo o en las superficies plegadas de las escaleras. En algunos casos, estas franjas iluminadas generan espacios virtuales delimitando volúmenes inexistentes que, de esta manera, aparecen demarcados dentro de los espacios abiertos, sugiriendo ámbitos diferenciados.






Fotografías de Leeser Architecture



Las nuevas compartimentaciones se llevan a cabo con paneles de vidrio, delimitando y aislando los diferentes despachos, pero permitiendo la fluidez y la continuidad visual del espacio. De esta manera, se pretende fomentar la sensación de comunidad, de trabajo compartido, de espacio de coworking.






Fotografías de Leeser Architecture



Las piezas de mobiliario o las escaleras separan y crean ámbitos de usos especializados. Cada rincón ofrece múltiples posibilidades de encuentros, zonas de trabajo y reunión informal. El aire desenfadado de algunas áreas asume el eslogan de la empresa: “at home at work”.








Fotografías de Leeser Architecture



El espacio interior ha sido decorado por Elide Rita. Su propuesta consigue espacios cálidos y acogedores, pero, a la vez, peculiares y llamativos. Se potencian los techos altos, el espacio abierto, los elementos estructurales vistos y los revestimientos conservados, incluyendo un mobiliario que divide y sectoriza el espacio.




Fotografía de Leeser Architecture



El trabajo de Elide Rita ha consistido en la conexión entre lo antiguo y lo nuevo, la edificación industrial preexistente y la intervención de Leeser Architecture. En las zonas de paso, ha empleado papel pintado Brooklyn Toile, diseñado por Mike D y fabricado por Flavor Paper. Para las áreas de expansión y descanso ha recurrido a sofás, lámparas minimalistas y mesas bajas de metal, buscando el eclecticismo.






Fotografías de Keziban Barry



También se ha contado con la colaboración de diferentes artistas. Destaca el trabajo de Justin Horowitz, con murales y algunas piezas de madera, y el grafitero WhIsBe. Este último ha realizado murales como fondo de dos salas de conferencias, una cabina de teléfonos donde mezcla el skyline de Manhattan con referencias al Mago de Oz, o la representación de una cebra galopando sobre un muro de ladrillos.






Fotografías de WhIsBe



En definitiva, el espacio de coworking planteado ha dado pie a una intervención colaborativa en la que arquitectos, diseñadores y artistas fusionan su trabajo en una propuesta original y respetuosa con la edificación existente, primando las relaciones interpersonales entre sus usuarios.



Fotografías de Leeser Architecture, Keziban Barry y WhIsBe



http://www.leeser.com/

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