En un bosque a las afueras de Itou-shi, en la prefectura de Shizuoka, Japón, se sitúa el complejo Jikka, un pequeño equipamiento local que ofrece atención a los ancianos de la comunidad. Diseñado por el arquitecto japonés Issei Suma, el centro de 100 metros cuadrados ofrece alojamiento, cuidados sanitarios y comidas, con servicio de entrega para personas dependientes. Unidas entre sí, las cinco cabañas con bases cuadradas emergen a diferentes alturas, con cubiertas cónicas y estilizadas, en claro mimetismo del entorno montañoso.
Jikka fue diseñada especialmente para dos mujeres en edad de jubilación, una de ellas trabajadora social y la otra cocinera. Construida de hormigón visto y madera, la vivenda de 100 metros cuadrados está equipada con cocina, comedor, dormitorio compartido, habitación de invitados y baño.
El equipamiento cuenta además con una piscina accesible para sillas de ruedas en forma de espiral para que los residentes se relajen. Además de ser un alojamiento, el complejo también prepara y entrega comidas a la población anciana de la comunidad circundante.
Los volúmenes están envueltos por paneles delgados de madera y sus interiores dejan vistas las superficies de hormigón. Cada bloque está destinado a una función diferente. El central, de mayor tamaño, alberga la amplia cocina y el comedor, y alrededor de éste se disponen las habitaciones y la piscina en espiral, ideada para facilitar el acceso a los usuarios en silla de ruedas.
Autor: SUMA, Issei Suma
Emplazamiento: 890-6 Hara, Ike, Itou-shi, Shizuoka, Japón
Constructor: Hirai
Estructurista: Nawaken-jm
Fotografía: Takumi Ota
Impresionante arquitectura, una delicia para los ojos y los sentidos. Sin duda un lugar donde la atención al anciano, remonta el espiritu y la energia vital.
Un saludo