Casa GV: microclima tranquilo y confortable

El proyecto, realizado por Alventosa Morell Arquitectes, consta de dos edificaciones que ha permitido integrar el espacio exterior en el proyecto, diseñando un jardín permanentemente soleado y en total armonía con la edificación

El proyecto se ubica en una urbanización de nueva creación muy cerca de la costa daurada, en el mar mediterráneo. Esta urbanización nada tiene de especial ya que sigue los criterios de toda la planificación reciente en Cataluña donde el objetivo primario es el rendimiento económico de la explotación del suelo.

Como consecuencia, para poder vender el mayor número de parcelas, los solares resultantes son muy pequeños en comparación con la edificabilidad resultante que permite la normativa. Este hecho es primordial, ya que lo que se acaba creando son barrios donde predominan las construcciones sobre dimensionadas. Construcciones que agotan la edificabilidad y la altura máxima, muy cerca unas de otras y con jardines sin luz natural por la sombra generada por la propia casa o las vecinas.

La idea base de barrios creados a partir del concepto Casa Jardín acaba pervirtiéndose y el espacio exterior vinculado a la vivienda acaba siendo residual.

En este proyecto pudimos incidir en la necesidad de trabajar con dos parcelas para resolver todo el programa de necesidades de los clientes en una sola planta en lugar de las construcciones vecinas de PB+1. Este hecho nos ha permitido integrar el espacio exterior en el proyecto diseñando un jardín permanentemente soleado y, conjuntamente con la edificación, ha generado un microclima tranquilo y confortable aislado de su entorno inmediato.

El proyecto consta de dos edificaciones que delimitan el jardín. La vivienda principal se sitúa en el límite norte y en el límite sur y encontramos una construcción que engloba un gran porche para los vehículos y un pequeño apartamento complementario.

La construcción se ha planteado en dos fases, en la primera se ha construido la vivienda principal. Éste se desarrolla en el límite norte en forma de “U” generando una fachada muy maciza e íntima tocando a los vecinos y muy abierta a sur para relacionarse con el jardín y la futura construcción.

A nivel de organización la forma en “U” también nos permite separar las dos alas laterales en las que colocamos el programa de noche. Los padres en el ala oeste y los niños en el este. El espacio de día, donde se encuentra la cocina, el estar y el comedor, une las dos alas laterales. Es un espacio de día diseñado a partir de la voluntad de disfrutar de la radiación/luz solar durante todas las horas del día y todos los días del año. Al mismo tiempo, también tiene como objetivo ser una prolongación del espacio exterior, el jardín. Por estos motivos creamos una cubierta, butterfly roof, que se pliega y genera lucernarios a este y oeste mientras que a norte y sur abrimos con grandes aberturas hasta el suelo para eliminar los límites entre el interior y el exterior.

En cuanto a la reducción de emisiones de CO2 vinculadas a la construcción y vida útil de esta vivienda, se han utilizado las siguientes estrategias.

Estrategias bioclimáticas y vida útil del edificio:

• Captación solar orientada a sur con sistemas de protección solar incorporados (porche y persianas regulables).
• Inercia térmica mediante estructura de ladrillos cerámicos y pavimento continúo de hormigón. La masa térmica es un elemento indispensable para reducir la temperatura en climas cálidos y húmedos cercanos al mar.
• Envolvente de altas prestaciones térmicas: Fachada terminada con SATE U=0,24 W/m2K y cubierta de entramado de madera U=0,16 W/m2K.
• Ventilación cruzada controlada.
• Sistema de producción de energía a partir de placas fotovoltaicas integradas en la cubierta.

Estrategias para la reducción de la huella ecológica:

• Madera como elemento principal en cubierta, ventanas, revestimientos interiores y acabados de fachada.
• Muros de obra a partir de pieza cerámica cocida con biomasa.

Todas estas estrategias nos han permitido diseñar una vivienda de baja demanda energética. Este confort térmico conjuntamente con la relación interior-exterior de la vivienda, la luz natural continua y la intimidad generada frente a unas construcciones vecinas desproporcionadas han permitido crear una vivienda confortable donde poder disfrutar del habitar (vivir el día a día placenteramente).

Alventosa Morell Arquitectes
Fotografías de Adrià Goula