Torre Astro, Bruselas, Bélgica. Lamela Arquitectos. Fotografía: George de Kinder.El pasado 1 de febrero se inauguró la Torre Astro, edificio de oficinas emblemático de Bruselas, construido en 1974 por Albert Donker, y rehabilitado por el Estudio Lamela Arquitectos en colaboración con Altiplan Architects, ganadores del concurso internacional celebrado en 2010 para tal efecto.
El nuevo edificio, situado en la zona conocida como Madou, barrio donde se ubican las torres de oficinas, las instituciones europeas, los organismos belgas y las embajadas, supone la constatación de que la rehabilitación no está reñida con el concepto de arquitectura sostenible, salvando el reto añadido de tratarse además de un edificio en altura, convirtiéndose en el edificio sostenible más alto de Europa.
Se trata de una torre de más de 52 mil metros cuadrados de superficie en planta y 113 metros de altura, divididos en 41 plantas, la cual ha sido rehabilitada en su totalidad pero sin perder la esencia original del edificio.
Uno de los aspectos más destacables es la mejora del aislamiento térmico y la estanqueidad de la fachada de vidrio y acero, mediante el uso de un triple acristalamiento con control del factor solar para reducir el intercambio térmico interior-exterior, que sumado a la sustitución de los antiguos sistemas de climatización, por otros de mayor eficiencia, como los techos radiantes plafond actif, han conseguido reducir el consumo energético hasta en un 90% y rebajar el gasto en calefacción en torno a un 60%, otorgando al edificio la certificación Bâtiment Passif 2014 y 2015.
Son destacables otros aspectos proyectuales del edificio como: la prolongación de la fachada en su coronación para ocultar las instalaciones situadas en cubierta, aumentando así mismo su esbeltez; la disposición de una mobiliario de oficina móvil que permite flexibilizar la disposición del mismo y su adaptación a las distintas necesidades, con altura regulable y de materiales reciclables; así como la disposición de nuevos espacios como una guardería, que da respuesta a las necesidades del nuevo uso del edificio, como sede de Actiris, oficina regional de empleo de Bruselas.
Fotografía: George de Kinder
