Arquitectura al andar: senda de MacKenzie Falls, de Hansen PartnershipLa sutil actuación del estudio Hansen Partnership en el recorrido de MacKenzie Falls, trabaja con los materiales, mezclando elementos naturales y artificiales, en un trazado que busca amplificar las experiencias de senderistas y turistas.
Uno de los proyectos de intervención en el paisaje más galardonado en los últimos años es la actuación en el Parque Nacional Grampians (Victoria), para mejorar el acceso a MacKenzie Falls, una de las mayores cascadas de Australia y de enorme atractivo turístico.
Fotografías de Mark Row
Las inundaciones del año 2012 destruyeron la pasarela de conexión que cruzaba el río MacKenzie, construida en los años 80, imposibilitando el acceso hasta el área recreativa de Zumsteins. El proyecto de actuación se encargó al estudio australiano Hansen Partnership, desarrollado por un equipo dirigido por el arquitecto paisajista Steve Schutt.
Fotografía de Andrew Lloyd
El encargo, realizado por el organismo de conservación Parks Victoria, consistió en el acondicionamiento del sendero existente, la delimitación de nuevos trazados peatonales y la reconstrucción de la pasarela sobre el río.
Fotografías de Andrew Lloyd
Las características del nuevo recorrido debían mejorar la experiencia del visitante, potenciando el contacto directo con la naturaleza. La nueva infraestructura peatonal debía resistir los efectos de las inundaciones, así como los ocasionales incendios que, de manera periódica, sufre el parque natural.
Fotografías de Andrew Lloyd
La falta de información digital o un levantamiento gráfico detallado, la inexistencia de cobertura y la dificultad de acceso obligaron al equipo a recurrir a métodos tradicionales de toma de datos, elaboración de croquis, recopilación fotográfica, evaluación y análisis in situ. Todo este trabajó permitió dar una respuesta específica a cada condicionante del lugar y a cada elemento concreto del sendero.
Minimizando el impacto sobre el terreno, las sendas se realizaron con tierra compactada, delimitando las zonas de paso con pequeñas rocas, delineando los bordes. El trazado evitó, siempre, dañar la flora del entorno y de las áreas de trabajo.
Dado lo inaccesible del emplazamiento de la actuación, la intervención no podía recurrir al empleo de maquinaria y equipos habituales de obra. Aunque el entorno natural se encuentra a unas cuatro horas de Melbourne, se necesita otra media hora más a pie para acceder a los lugares donde se intervino. Por este motivo, la elección de materiales y las técnicas de intervención tuvieron que ser minuciosamente analizadas.
Fotografías de Andrew Lloyd
Las rocas que conforman zonas de paso y escalones proceden directamente del propio lugar, sin necesidad, por tanto, de grandes desplazamientos, un tratamiento o un acabado especial. Su uso genera una integración perfecta en el paisaje, dando una imagen natural a determinadas zonas de la actuación.
Fotografías de Andrew Lloyd
Gran parte de los tramos, pasarelas y escalones se realizaron con elementos metálicos, mallas expandidas o de tipo deployé, de poco peso y fácilmente transportables por medios manuales. El uso de acero Cor-ten se adapta perfectamente al entorno natural, con una textura y color contrastantes, pero idóneos para su inserción en el paisaje.
Fotografías de Ricky Ray Ricardo
En los tramos rocosos que presentaban riesgo de deslizamiento o en las zonas escarpadas del terreno, la senda se levanta del suelo o se descompone en fragmentos o escalones. En los cambios de nivel, así como en los cambios de dirección, se interpusieron bandas o pequeños peldaños de madera, fáciles de reconocer visualmente.
De todos los tramos, el más destacado es el compuesto por escalones redondeados, dispuestos como una cascada de acero sobre la ladera rocosa, en un interesante contrapunto frente al salto de agua cercano.
Fotografías de Andrew Lloyd
La intervención con elementos artificiales pretende reducirse al mínimo, y sólo es más destacada en aquellos puntos donde los propios elementos naturales no garantizan la seguridad o la accesibilidad de los visitantes. La separación adecuada de las zonas más peligrosas permitió evitar el uso de barandillas o pasamanos, que podrían ser fácilmente arrastrados en una inundación.
Fotografía de Andrew Lloyd
Frente al trazado anterior, el nuevo camino propone un recorrido como experiencia íntima frente a la naturaleza. El senderista atraviesa los cursos de agua, pasa por encima de rápidos, se aproxima a paredes rocosas, discurre entre gargantas, enfatizando siempre las vistas y la conexión con el medio natural. El material variado empleado hace que la ruta sea, a cada paso, cambiante.
Fotografías de Andrew Lloyd
Ante el creciente número de visitantes, el nuevo sendero garantiza la conservación adecuada del entorno, preservando las áreas más sensibles al obligarlos a circular por lugares estratégicamente elegidos.
Fotografías de Hansen Partnership y Andrew Lloyd
Aunque inaugurado en 2013, el parque sufrió un gran incendio en 2014, obligando a su cierre temporal. Este hecho dramático ha hecho más evidente la inserción de la actuación en el lugar. La reapertura posterior demostró que la intervención apenas había sufrido daños relevantes. La pátina de oxidación se funde con el tono ennegrecido de las rocas. La arquitectura es, ahora, paisaje.
Fotografías de Hansen Partnership y Andrew Lloyd
Con permiso de Antonio Machado:
Caminante, son tus huellas
la arquitectura, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace arquitectura al andar.
Fotografías de Hansen Partnership, Andrew Lloyd, Ricky Ray Ricardo y Mark Row
