Fotografía: Pedro PegenauteArquitecturayempresa sigue apostando por la arquitectura de calidad “Made in Spain”. Hoy presentamos nuestra entrevista exclusiva con el estudio navarro Otxotorena.
Hoy entrevistamos al arquitecto navarro Juan M. Otxotorena, licenciado por la Universidad de Navarra en 1983 y doctorado en 1987 con Premio extraordinario. Fue Profesor titular de Análisis de Formas Arquitectónicas en la Universidad de Valladolid desde 1991 hasta 1994. Desde ese año y hasta 2009 ha sido Director de la Escuela de Arquitectura de Pamplona, donde sigue realizando su labor docente.
Desde el 12 de diciembre de 2005 es Académico de la Sección de Arquitectura y Bellas Artes de la Real Academia de Doctores de España.
El estudio navarro Otxotorena cuenta ya con un extraordinario bagaje de obra terminada, una trayectoria en la que el encargo del Edificio del Parlamento de Navarra marca un importante hito. Destacamos también dos proyectos institucionales que definen muy bien su arquitectura: el Juzgado de 1ª Instancia de Tudela (2010/2012) y el nuevo Ayuntamiento del Valle de Egües del mismo año.
También hemos de destacar dos obras recientes de edificios administrativos que muestran una gran calidad proyectual y de acabados, se trata de las Oficinas y sede social del COAS ( 2102/2014) y la Estación de Tratamiento de Aguas de Benidorm (2010/2011)
Otxotorena tiene también un amplio currículo de obra educativa, entre la que destacamos la Facultad de Económicas & Masters UNAV en el campus de la Universidad de Navarra (2010/12), que nos muestra una gran parte de sus recursos compositivos: las laminas que envuelven y recogen los volúmenes, el tratamiento de los huecos y planos biselados, el juego de las texturas y materiales, los ritmos de luces y sombras definidos por celosías...
Reseñamos también una obra educativa reciente, el Colegio Redín de Pamplona, donde volvemos a encontrarnos con la maestría en el empleo de los planos biselados y finalmente dos escuelas infantiles realizadas entre 2003 y 2004 : Tafalla y Ártica, resueltas de forma similar mediante una geometría perimetral unificadora y sendos volumen independientes de gran potencia compositiva que permiten un eficaz tratamiento de la luz.
Por último mencionamos otra obra que puede considerarse todo un manifiesto estético de Otxotorena, la Casa Lorenzo en Gorraiz del año 2005.
Y ahora preguntamos al arquitecto:
Encontramos generalmente un cierto eclecticismo impersonal en la obra reciente de los despachos de arquitectura; sin embargo, vuestra obra nos parece reconocible: tiene un cierto sello. ¿Como la definiríais?
No es algo buscado sino, en su caso, algo más bien encontrado. Ojalá fuese el signo de cierta coherencia global, relacionada con la persecución sistemática de unos objetivos muy claros mediante una serie de recursos seriamente planteados, bien elegidos y cada vez más perfectos y contrastados. Esperamos que no sea la constatación de alguna falta de imaginación, o de la carencia de una paleta de estrategias operativas bastante abierta.
Nos ha sorprendido la cantidad de obra que ha realizado vuestro despacho en los años de la crisis en comparación con el promedio nacional. ¿Puede deberse a una menor dependencia del cliente promotor de vivienda? ¿Cuáles son los proyectos en los que estáis trabajando?
Ciertamente, hemos hecho muy poca vivienda, para bien y para mal. Siempre tuvimos una implantación mayor en el ámbito de la arquitectura para la educación y en el de los concursos de ideas que dan acceso a los proyectos de edificios públicos, institucionales y dotacionales. Algún trabajo de largo recorrido en este ámbito nos ha mantenido algo más activos en este período fatídico. En todo caso, tampoco hemos nadado en la abundancia. Seguimos todavía en horas bajas, y casi sin obra nueva.
Desde la perspectiva de un arquitecto con tanta experiencia docente ¿Cual es el momento de la enseñanza de la arquitectura en España? ¿Qué consejos darías a nuestros futuros colegas en estos difíciles momentos?
Hace unos días oí decir en la Escuela de Pamplona a Edoardo Souto de Moura que no hay que seguir llorando. Que el mundo sigue necesitando arquitectura, y no se trata sino de abrir la mente. Ya no es tan fácil estudiar la carrera y quedarse a trabajar en la propia ciudad de uno, con un trabajo prestigioso y bien pagado; pero esto no es un dato de partida que deba desanimarnos; sencillamente, ha de orientarnos. Hemos de ser muy vocacionales y apasionados, prepararnos muy bien y no tener miedo al mundo. La enseñanza de la arquitectura en España tiene una calidad excepcional; y habría que aprovecharla al máximo, sin bajar el nivel por comodidad, desánimo o desconcierto.
