Nueva sede de la SEMINCI en Valladolid

Convivencia del edificio preexistente con el nuevo edificio, sin esconderse y evidenciando sus diferencias. Ésta es la premisa que adopta el proyecto, sin perder el espíritu original por el camino. Este reto es el que da pie a la búsqueda de una estrategia en la que las funciones que caracterizan el edificio sean el corazón y se sitúen dentro del edificio preexistente. De ésta manera se favorece que “lo nuevo” y “lo viejo” dialoguen e interactúen, con sus semejanzas y sus diferencias, tratando de que ese añadido sea a la vez algo ajeno y algo propio. Ajeno en apariencia, distinguible por su materialidad y percepción pero a la vez algo que da sentido al edificio preexistente, que lo hace funcionar de nuevo, desde el interior, y que a la vez le otorga fuerza y lo caracteriza en el exterior.