Centro de Educación Especial

El proyecto nace de la necesidad de dar un refugio, de un lugar seguro para los niños con deficiencias puedan crecer. Es por ello, que me planteé el espesor del límite entre dentro y fuera del colegio, y sobretodo en la parte de los patios, donde el contraste se producía en una simple línea, en una simple verja. Por esta razón, esos límites entre el patio y el exterior comienzan a ensancharse hasta cobrar sentido por ellos mismos. Ya no son un simple límite, si no un espacio donde ocurren actividades. En el edificio existe una dualidad intrínseca a él. Por un lado existe una pieza rígida, acotada y ortogonal, donde se realizaran unas actividades mucho más programadas, y controladas. En contraposición a la pieza rígida nos encontramos con una parte mucho más fluida y orgánica, la cual es alimentada en todo momento por las dos grandes zonas de juegos.