Una arquitecta a la vanguardia: Ingrid WallbergA contracorriente de la conservadora Suecia de la década de 1920, la arquitecta Ingrid Wallberg rompió todo tipo de estereotipos, consiguiendo desarrollar una arquitectura moderna de filiación funcionalista.
Se considera a Ingrid Wallberg (1890-1965) como la primera arquitecta sueca en abrir un despacho propio. Asociada con su marido, el urbanista Albert Lilienberg (1879-1967), sus primeros trabajos se adscriben al ámbito de la planificación urbana. Tras su separación, se trasladaría a París, a casa de su hermana Lotti, casada con Albert Jeanneret, hermano de Le Corbusier. El encuentro con el maestro transformó su vida.
Su estancia en el despacho de Le Corbusier fue crucial para ponerla en contacto con la arquitectura más vanguardista del momento. Allí conoció al arquitecto suizo Alfred Roth (1903-1998), con el que se trasladó de vuelta a Suecia, fundando en Gotemburgo un estudio conjunto llamado R&W.
Desde 1928 hasta 1930 colaboraron en una serie de proyectos claramente influenciados por Le Corbusier, sumándose al racionalismo y la estética del Estilo Internacional. El mejor ejemplo es la Villa de Örgryte, cuyo primer proyecto data de 1928.
Inspirada en los cinco puntos de una nueva arquitectura del maestro, la documentación gráfica conservada de la villa, como el segundo proyecto fechado en 1929, muestra como esta influencia llega, incluso, a reproducir el grafismo y la representación en perspectiva militar de manera similar a como se llevaba a cabo en el taller de Le Corbusier.
La villa sufrió el rechazo inicial del vecindario, y no pudo ser construida hasta 1936. Se diseñó como un volumen sencillo, un prisma rotundo de líneas limpias, color blanco, cubierta plana y sin rastro de decoración. Sobresalen las grandes superficies acristaladas y las características ventanas alargadas.
Fotografía de AHRE
Hace pocos años, la casa sufrió una completa rehabilitación, conservando, en gran medida, el aspecto original, ampliando las prestaciones y comodidades que la actualizan como vivienda.
Fotografías de Studio Kvänum
De los pocos edificios construidos junto a Alfred Roth, antes de su vuelta a Suiza, destaca la casa de vacaciones conocida como Villa Simonsson (1929-1930), en Onsala. En este caso, frente al volumen compacto de la Villa en Örgryte, el prisma de la casa se muestra perforado por grandes espacios exteriores y terrazas.
Sucesivas transformaciones a lo largo del tiempo han desvirtuado la imagen actual de Villa Simonsson, aunque se conservan fotografías de la década de 1930 que muestran como se encontraba al acabar su construcción.
Con la marcha de Alfred Roth, se inició la trayectoria en solitario de Ingrid Wallberg, centrada, fundamentalmente, en la arquitectura residencial y los desarrollos urbanos, por ejemplo en Bö, a lo largo de Bångejordsgatan y Brödragatan (1934-1943).
Fotografía de AHRE
El funcionalismo será la característica principal de estos conjuntos residenciales, destacando la solución escalonada de viviendas adosadas que proyectó también en Örgryte.
Fotografía de Göteborgs-Posten
En Änggården, diseñó tres viviendas como resultado de un funcionalismo radical. Las villas (1938), muy similares entre sí, se abren al exterior gracias a ventanas de grandes proporciones.
Fotografía de AHRE
Tras la muerte de su padre en la década de 1940, tuvo que trasladarse a Halmstad para hacerse cargo de los negocios familiares (industrias textiles y fábricas de ladrillos), aunque continuó con su trabajo como arquitecta.
En unos años en los que no estaba bien visto que una mujer se dedicara a una carrera técnica, Ingrid Wallberg fue capaz de despuntar con una arquitectura vanguardista que, como su propia vida, se oponía a la tradición.
Fotografías de Studio Kvänum, AHRE y Göteborgs-Posten
