BIOARQUITECTURA

Naturaleza reimplantada: la arquitectura del paisaje de Atelier le Balto

Sin concesiones naturalistas, las intervenciones paisajísticas de Atelier le Balto promueven la interactuación entre sociedad y naturaleza, una naturaleza reimplantada que no renuncia a su carácter naturartificial.

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Sin concesiones naturalistas, las intervenciones paisajísticas de Atelier le Balto promueven la interactuación entre sociedad y naturaleza, una naturaleza reimplantada que no renuncia a su carácter naturartificial.


El estudio de paisajismo Atelier le Balto, con sede en Berlín, fue fundado en 2001 por Marc Pouzol y Laurent Dugua, incorporándose al año siguiente Véronique Faucheur. Su consolidada trayectoria, con proyectos como el jardín del Palais de Tokyo de París, quedó respaldada en 2013 cuando ganaron el concurso restringido para el diseño del jardín de la Academia del Museo Judío de Berlín, obra de Daniel Libeskind.





Eludiendo las referencias a especies bíblicas, Atelier le Balto planteó un jardín de la Diáspora (Garten der Diaspora), de concepto más contemporáneo. Unas plataformas metálicas acogen diversas plantaciones, sirven como expositores para exhibiciones o pueden ser utilizados como piezas de mobiliario por los investigadores y los trabajadores de la institución.





El proyecto Ex-Zollamt (2013), para el centro juvenil Explosiv, en el lugar de unas antiguas aduanas, posee unas connotaciones claramente artísticas, donde se mezclan arquitectura, artefacto y naturaleza. El centro busca el reclamo de sus actividades mediante la instalación de unos volúmenes suspendidos con la forma arquetípica de vivienda, dispuestos entre agrupaciones vegetales.







Para adaptarse a la vida nocturna del centro juvenil, las casas flotantes se iluminan, como árboles noctámbulos o luciérnagas gigantes. La iluminación de color verde introduce connotaciones irreales al espacio exterior, dando lugar a un mundo de ensueño.





La naturaleza reimplantada mantiene la artificialidad en su concepción. El medio urbano antrópico domestica el elemento verde, lo acota y lo codifica. En el caso del proyecto Gartenparade (2013) para los jardines de la Berlinische Galerie, el carácter provisional de la propuesta recurre a una estética inspirada en las obras de urbanización que se desarrollan por la ciudad. En zanjas abiertas sobre el asfalto o el pavimento, se plantan especies arbóreas delimitadas por listones de madera.







A especies autóctonas, fáciles de encontrar por Berlín, se contraponen otras foráneas que motivan la sorpresa en el habitante. El elemento verde se apropia de resquicios urbanos y medianeras, o bien marca alineaciones, crea barreras o delimita el paso.





Con una solución similar, el patio del Landesmuseum (2015) de Maguncia se estructura como una sucesión de cajones de madera que pretenden evocar los paisajes de la región de Rin-Hesse, caracterizada por sus colinas cultivadas, principalmente de viñedos y árboles frutales. El resultado es un huerto que emula un recorrido por el campo cercano a la ciudad.









En el caso de LUFO Park (2014), en Aquisgrán, Atelier le Balto con la colaboración de Marc Vatinel transformaron el lugar, introduciendo características lúdicas que promueven el ocio y el esparcimiento de los visitantes.





Potenciando la topografía del parque, se remarcan las crestas y ondulaciones del terreno, promoviendo el recorrido serpenteante, las largas perspectivas y las plataformas. El elemento verde juega un papel fundamental en la orientación y el uso de los espacios, delimitados por diferentes especies y combinaciones de maleza.







Los árboles frutales se combinan con arbustos de frutos del bosque, aumentando el disfrute del visitante. Al aroma de flores, como lilas o lirios, se suma el sabor de estos pequeños frutos, en una experiencia que pone en juego a todos los sentidos. Áreas de pícnic, un anfiteatro o un tobogán completan las instalaciones al aire libre, ampliando la oferta de actividades.





Con un carácter más divulgativo, la intervención en la Internationalen Gartenausstellung del campus IGA de Berlín (2017), propone un catálogo de soluciones donde poder configurar diferentes hábitats, parterres y áreas para plantaciones. Como un aula al aire libre para educación ambiental, los visitantes podrán conocer las propiedades curativas de ciertas plantas, la producción y el cultivo de determinados alimentos.







Una propuesta de tipo más social es la intervención en la parcela destinada al proyecto House of One (2017), en la Petriplatz de Berlín. La construcción de un huerto urbano promueve la interacción entre el vecindario, su entorno y el elemento verde, buscado crear lazos comunitarios y de colaboración.









En el patio de acceso al Instituto de Arte Contemporáneo KW y al Café Bravo de Berlín se desarrolló la instalación Archipel (2017), en la se modificó el elemento verde preexistente, delimitándolo entre fragmentos de madera. Se creaba, de esta manera, un rosario de parterres que insinuaban la idea de un archipiélago de islas flotando en medio del océano.





El usuario del espacio navega entre las islas vegetales de manzanos y ciruelos, camino de la galería y la cafetería. En su recorrido se encuentra con playas de listones de madera, remansos de paz en medio del bullicio de la ciudad.







Con motivo del nombramiento de Essen como Capital Verde Europea 2017, Modulorbeat comisarió el proyecto Freiraum Weberplatz, al norte de la ciudad, para revitalizar la Weberplatz. Atelier le Balto desarrolló una plantación colectiva creando el Pflückgärten, como una manera de reapropiarse del espacio público.





La plaza dura, únicamente animada por una glorieta central, queda colonizada mediante estructuras cerradas por fragmentos y listones de madera, conformando bandas de tierra para la plantación de huertos urbanos. Una pasarela, también de madera, permite a los habitantes del barrio contemplar el crecimiento de las plantas.







Pensado como un proyecto para promover el trabajo colaborativo y los lazos vecinales, los habitantes manipularon el espacio y se adueñaron del lugar, haciéndolo suyo. La actuación motivó el aumento de las relaciones sociales y la vida al aire libre.







Uno de los últimos proyectos de Atelier le Balto es el Jubileumsparken de Gotemburgo, en Suecia, en colaboración con la firma local Mareld Landskapsarkitekter. El planteamiento ha partido de la reutilización y el reciclaje de suelos y materiales, para llegar a la transformación del lugar. Como en propuestas anteriores del equipo, recurren a la densificación del elemento verde en disposiciones inusuales.







El parque recupera la visual del perfil urbano de la ciudad, visto desde el otro lado del río Göta. Los recorridos quedan remarcados por largas alineaciones de árboles, empleando texturas contrastantes de gravas machacadas, rocas y tierra del propio lugar.







Rotundidad conceptual, sencillez formal, economía de medios y voluntad social son algunos de los calificativos que pueden ser aplicados a la obra de Atelier le Balto, que destaca, igualmente, por la calidad gráfica en la que desarrollan sus propuestas.



Fotografías de Atelier le Balto

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