La Casa del Acantilado, GilBartolomé ADW arquitectosUn diseño del estudio de arquitectura y diseño madrileño GilBartolomé ADW, un increíble proyecto en el que la naturaleza sirve de inspiración y permite la unión con la arquitectura.
En las cercanías de la magnífica ciudad española de Granada podemos encontrar una de las viviendas más originales e innovadoras del país, una casa unifamiliar incrustada en un acantilado de cuarenta y dos grados de inclinación de la costa granadina.
Un proyecto llevado a cabo por el estudio de arquitectura y diseño GilBartolomé ADW, un equipo de arquitectos con diseños de carácter propio, repetidamente galardonado gracias a su ingenio y singularidad plasmada en cada uno de sus trabajos.
La distribución de la vivienda está dispuesta en dos plantas, en ellas encontramos una zona superior con los dormitorios que disfrutan de magníficas vistas al mar gracias a sus amplios acristalamientos y balcones volados, y en la planta baja, una zona diurna con cocina y salón que conduce a una gran terraza con piscina que sigue la línea natural de la montaña. Los grandes ventanales permiten una excelente comunicación con el exterior, una sensación de apertura de la vivienda hacia el mar.
Un concepto principal de respeto al entorno, un proyecto que procura conseguir el menor impacto posible sobre el paisaje y naturaleza de la zona y aprovechar al mismo tiempo las magníficas características y regalos que esta nos ofrece.
Una de las principales ventajas del sistema constructivo utilizado para esta vivienda es que al situarse incrustada en la ladera, la vivienda aprovecha la temperatura del subsuelo manteniendo una temperatura constante de veinte grados durante todo el año permitiendo así su consecuente ahorro energético. Mobiliario integrado realizado a medida y artesanalmente con materiales de la zona. Para su fachada y único muro, una lámina curva de hormigón realizada artesanalmente protegida mediante escamas de zinc realizadas también manualmente, elementos que aportan textura ambigua entre lo natural y lo artificial, como bien describen los mismos arquitectos, y que al mismo tiempo añaden protección al muro exterior; una fachada que juega y se funde con las inclinaciones y texturas del terreno.
El proyecto en general supone el regreso al trabajo manual y artesanal de la edificación mientras que se funden con lo natural y el paisaje. Una obra de arte hecha vivienda.
