Entrega de Premios Ciutat de Barcelona 2015

El jurado, compuesto por David Bravo, Olga Tarrasó, Carme Pinós y Meritxell Inaraja, ha acordado otorgar por unanimidad el Premio Ciudad de Barcelona 2015 a la iniciativa 'Arquitectes de capçalera' impulsada en el barrio del Raval desde la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB-UCP).

Ahora que el ejercicio de la arquitectura atraviesa tiempos cargados de dificultades e incertidumbre, este programa docente ha alcanzado un doble éxito que marca un cambio de paradigma. Por una parte, los estudiantes de arquitectura se apoderan del ejercicio práctico de su futuro oficio y toman consciencia de su utilidad social. Por otra parte, vecinas y vecinos de un barrio degradado por la precariedad descubren en la figura del arquitecto alguien que puede dar respuesta a las necesidades de su vida cotidiana. Además, 'Arquitectes de capçalera' incide, desde aproximaciones muy diversas, en una cuestión tan urgente para la Barcelona actual como es la vivienda. Y lo hace desde una lógica renovada que asume las complejidades de las situaciones de partida y otorga a los destinatarios finales de la arquitectura la centralidad que les corresponde. Por último, todo esto se consigue desde la universidad pública, que desde la experimentación y la pedagogía, recupera la implicación directa en los problemas reales de la ciudad que la acoge.

Estas son las parabras leídas por los galardonados en la entrega de premios:

“Felicidades a los impulsores de este proyecto, profesores y arquitectos de la ETSAB; a los asistentes a la docencia; a los 50 estudiantes que lo hicieron posible; a los vecinos del Raval que depositaron la confianza en este proyecto y nos dejaron entrar en sus casas; a las asociaciones y cooperativas Tot Raval, Impulsem y Sostre Cívic, que con su trabajo dan vida a este barrio en peligro de extinción; al CCCB que nos lo puso todo tan fácil para trabajar en las mejores condiciones; a PISO PILOTO que nos permitió dar visibilidad, ampliar y conectar el proyecto y mil gracias a los que nos seguís en las redes, en las noticias y nos miráis con curiosidad.

Este premio no es un reconocimiento a un proyecto acabado, sino que es un impulso a este mecanismo que se puso en movimiento en 2013 y que no para de coger inercia, que no tiene dirección, sino sentido; que avanza con una metodología sin reglas fijas, adaptándose a la realidad que va descubriendo y que se nutre de la ciudad que camina.

Es un cambio de paradigma, como explica el acta del premio. Es romper las paredes de la Escuela de Arquitectura y convertir la ciudad en el campo de trabajo y estudio. Es romper la distancia que nos separa de la sociedad y tejer los lazos que nos permitan incidir en ella. Es ofrecer la arquitectura como elemento transformador. Es pasar del capítulo "Barcelona possa't guapa", donde la calle era protagonista, a uno nuevo en el que atravesamos las fachadas y centramos la mirada en el habitante. Es creer en el sujeto como eje vertebrador del diseño de la ciudad que existe y por lo tanto, de la ciudad del futuro.

No es un proyecto finalizado. Es una metodología en desarrollo, extrapolable, inclusiva, pero sobre todo, en movimiento!

Muchas gracias a la Ciudad que acoge esta iniciativa y la considera útil.

Seguimos.”