El ingeniero Claudio Gómez-Perretta propone un acceso a Valencia por el mar

Claudio Gómez-Perretta, el ingeniero de caminos canales y puertos que ideó junto al arquitecto Fernando Garcia Ordoñez el traslado del cauce del Rio Turia al sur de la ciudad, propiciando la conversión del antiguo cauce en un magnífico jardín urbano (Proyecto Plan SUR)  nos enseña su propuesta de acceso norte a Valencia a través de un túnel submarino.

¿Porqué es necesario crear un nuevo acceso norte a Valencia?

Hay muchas razones para ello. La primera es que el acceso actual por la autovía, que en su momento fue la única solución viable, hoy es una barrera que separa el territorio, del mar, impidiendo la utilización por los ciudadanos muchos kilómetros de playa.

Este tramo de costa está completamente desaprovechado, tanto es así que incluso hay un Polígono industrial (Polígono del Mediterráneo) que impide también el uso lúdico de nuestra costa norte. Creo que ha llegado la hora de liberar esos 10 o 12 km  que hay entre Valencia y Puebla de Farnals,  para regenerar una nueva playa y propiciar un disfrute que hoy no se da.

Pero también hay un grave problema en el acceso norte a Valencia y es que las rondas no pueden completarse por el Este, por el litoral; eso provoca por ejemplo que el acceso al Puerto de Valencia requiera ahora la realización de una circunvalación de unos 25  Km. Además, cualquier conexión desde el Norte con el sur de la ciudad y las nuevas aéreas urbanas que se van a ir generando entre Valencia y el mar,  solo puede realizarse atravesando la ciudad de parte a parte.

¿Cuál es entonces la propuesta?

La propuesta que hemos hecho desarrolla una similar realizada por nosotros hace unos años, tras  una conversación con D. Santiago Grisolía, que como saben tiene una enorme capacidad creativa. El estudio se realizó  con la colaboración de numerosos expertos en regeneración de costas, biólogos, arquitectos etc.  La idea que ahora presentamos es el desarrollo y mejora de aquella solución y supone la creación de un enlace directo desde más allá del Polígono del Mediterráneo (El punto en el que la AP7 se separa del litoral) hasta un lugar situado tras el jardín del Turia, con un enlace directo al Puerto de la ciudad.

El primer tramo es una península que tiene como objetivo  la regeneración de  la playa norte, creando una bahía muy protegida de los vientos y oleaje de Levante. Este tramo lo utilizamos también para que todas las infraestructuras (Vehículos ligeros y pesados, Tren de mercancías y Ave) vayan descendiendo progresivamente hasta desaparecer en un túnel submarino que emergería, como hemos dicho, al sur del jardín del Turia.  Se solucionaría así el acceso de los camiones y el ferrocarril al Puerto de Valencia, no haría falta tampoco atravesar la ciudad para llegar hasta las nuevas áreas urbanas y por último, se daría continuidad al tráfico, que podría conectar por el sur con las circunvalaciones ( Ronda Sur y V-30). Lógicamente también serviría para tener continuidad con la autopista del Saler y la autovía Sur hacia Alicante.

La solución técnica sería muy parecida a la realizada en el último tramo, en túnel, entre la ciudad de Copenhague y la costa sueca en Malmöe.

Vemos en el gráfico también una propuesta de nuevo uso de todo el tramo de costa  ¿Cuál sería su filosofía?

Con la infraestructura que proponemos se libera toda la costa Norte de Valencia. Nosotros nos limitamos a dar algunas ideas. Por ejemplo, proponemos el traslado del Polígono del Mediterráneo unos kilómetros más al norte, sin perder su privilegiada relación con la AP7 y la A7. Pensamos que en esos 7 km aproximadamente de nueva playa (además de los 2 km nuevos de playa que aporta la península) no hay que caer en los vicios especulativos del pasado.

La idea principal que proponemos, que sería muy interesante para la ciudad y no molestaría el uso de la playa, es una especie de Universidad del Mar  , que estaría situada en el punto inicial de la península, donde la AP7 se separa ya del litoral. Podría ser un importante factor de desarrollo tener allí un gran Centro Formativo y de Investigación de todas las ciencias relacionadas con el mar Mediterráneo (Biología marina, Control de la contaminación, Logistica...). El arquitecto  Julio Gómez-Perretta, que es mi hijo,  ha hecho un sencillo esquema del posible CAMPUS, que incluye edificios formativos, de investigación, residencias para profesores, trabajadores y alumnos, etc.

Si se urbanizara parte del litoral, desde ese punto hasta Port Saplaya, debería hacerse  con muy baja densidad, sin crear una barrera de bloques de construcciones que supongan un nuevo y peor obstáculo entre el territorio y el mar. Le he propuesto a Julio que dibuje algunas soluciones de edificios de cuatro alturas perpendiculares a la costa y muy separados entre sí.

Pero lo más importante es dotar a los valencianos de nuevos kilómetros de playa, y en la nueva península que proyectamos no debería de construirse nada, siendo tan solo una playa virgen.   En  todo caso, lo que se haga en esta nueva costa que recuperamos,  debe de ser lo que se decida desde un consenso ciudadano.

Se trata de una idea muy ambiciosa ¿Cómo podría financiarse en estos tiempos de crisis?

Evidentemente es una idea a medio plazo. Pero si no hay ideas de futuro, nuevas visiones de gente creativa, nunca tendremos objetivos que alcanzar. Trasladar el rio Turia, tras la riada de 1957, y solucionar de un plumazo todos los problemas de acceso que tenía Valencia, también parecía un sueño. Una visión que ahora miles de ciudadanos disfrutan paseando por los actuales jardines del Turia. Esta es una idea que surge porque hay un problema real, mejor dicho, dos problemas reales: la dificultad que supone acceder por el norte a la ciudad y el nulo aprovechamiento de muchos kilómetros de la costa norte de Valencia.

Creo que la nuestra es una buena solución que liberaría miles de metros cuadrados para el disfrute de los ciudadanos, y eso  tiene una enorme valoración económica; podría financiarse también con el peaje de las mercancías que salen y entran por tierra del puerto de Valencia (valorando el enorme ahorro en tiempo y dinero ).

Le damos las gracias, Claudio, por estas explicaciones y hemos de decir a nuestros lectores que el ingeniero Gómez-Perretta sigue en activo y en plena creatividad a sus noventa años de edad. Todo un ejemplo para muchos de nosotros.