De bajo comercial a vivienda “con alma de loft”

Egue & Seta son los responsables de esta exquisita reforma que ha transformado un antiguo bajo comercial en una vivienda amplia y abierta, “con alma de loft”, en la que los muros ciegos se sustituyen por separadores vegetales y sugerentes transparencias. Se encuentra en Terrassa esta singular vivienda de corazón ajardinado.

Al entrar en la vivienda lo primero que encontramos es un jardín compuesto por especies locales de arbustos de distintas alturas, regados por un haz de luz que proviene de una falsa claraboya. Este jardín se convierte, sin duda, en el corazón de la casa, ya que el resto de la distribución se organiza a su alrededor. A la izquierda de éste se dispone el salón, que se ha excavado en los cimientos del edificio, de modo que los escalones para salvar el desnivel se convierten en un elegante sofá en forma de U. El salón disfruta de vistas hacia el jardín interior y también hacia el exterior, a través de un gran ventanal tamizado por unas lamas verticales de roble macizo.

Junto al salón se ubica el comedor y la cocina. El comedor se ilumina mediante dos manojos de bombillas tipo balón que se descuelgan del techo original industrial, de vigas metálicas, que se mantiene visto en toda la zona pública de la vivienda. La cocina, técnica e industrial, está equipada con electrodomésticos de última generación de brillo metálico.

Bordeando el salón por su flanco izquierdo, pasando junto a un potente muro de ladrillo visto, se accede a las estancias más íntimas de la casa. La habitación principal, amplia y espaciosa, destaca por el diseño de piezas tan singulares como el canapé que es a la vez mesa de noche, cabecero, tabique divisorio y armario zapatero en su cara posterior, o la pantalla retráctil que se esconde en el falso techo de madera permitiendo visuales del jardín central a través del cuarto de baño principal.

En este baño, Egue & Seta, Daniel Pérez y Felipe Araujo, redefinen la intimidad, jugando con las transparencias, proponen un atractivo espacio con vistas sobre el jardín central, con iluminación natural y con sensación de amplitud. Destaca también en la parte posterior de éste el banco de hormigón encofrado que alberga la grifería de acero inoxidable y se convierte, a cada lado de la ducha, en encimeras de los sendos lavabos.

La zona de estudio queda también rehundida respecto del pavimento del resto de la vivienda, consiguiendo una mayor sensación de altura y amplitud. Por último el baño de cortesía, abierto totalmente al jardín interior a través de una pared de cristal.

© Imágenes Víctor Hugo