Casa taiwanesa abierta al exterior, renovada por el estudio de arquitectos Soar DesignLa firma taiwanesa Soar Design Studio y el arquitecto Chen-Tien Chu han reformado una casa de los años 60 en la ciudad de Taichung , creando espacios abiertos y conectados a un generoso patio que facilita la búsqueda de luz natural, abriendo canales de circulación.
Esta impresionante renovación de una casa taiwanesa construida en la década de 1960 crea espacios abiertos que se conectan sin esfuerzo al aire libre. Dirigido por la firma local Soar Design Studio en colaboración con el arquitecto Tien-Chu Chen, el proyecto, llamado Wabi-Sabi House, que significa, estrictamente hablando, los principios estéticos de los ermitaños japoneses, deshacerse de lo innecesario y perseguir la esencia de la naturaleza. No significa cambiar su origen. Significa hacerla pura e insertar vitalidad.
Para el proyecto se utilizaron tácticas simples y naturales para conservar el concepto de tradición y así exaltar la retención de irregularidades y apreciar el desempeño de la esencia que aporta paz. Se involucró la disminución del espacio interior para expandir el patio y los balcones, y así traer el exterior al interior. Una casa fresca, luminosa y abierta.
Las virtudes del proyecto eran evidentes, por este motivo los arquitectos proyectaron una vivienda que dialogara con el exterior de manera natural, ampliando los espacios hacia fuera. Esto significó derribar una pared e instalar puertas pivotantes, acristaladas que se abren al jardín, agregando una cubierta que comienza afuera y se extiende hacia el interior con puertas corredizas de vidrio que separan las zonas al tiempo que se unen a ellas. De esta forma el interior crece perceptivamente, y la luz consigue alcanzar profundidad. Un primer piso de planta abierta que comprende la cocina, el comedor y el salón facilita este flujo.
La extensión de la plataforma de madera y el pavimento hacen la conexión entre el interior y el exterior, vinculan tanto el comportamiento visual como el de uso. El modelado simple y las materias primas, disminuyen el uso de la ornamentación, se integran en el paisaje natural. El área cubierta exterior está protegida debajo de una sección sobresaliente del piso superior, con una puerta de vidrio corrediza que abre el espacio hacia los elementos.
Para fortalecer la estructura de ladrillo se utilizaron cinco vigas en H de acero, donde se combina el concepto de estética y mecánica. Mantener el muro original resalta el sentido en el transcurso del tiempo. La textura del tronco y el arce con un color similar crean una atmósfera armoniosa. Así se consigue proyectar un equilibrio entre el pasado y el presente, lo viejo y lo nuevo. Los árboles se introdujeron alrededor del perímetro para brindar sombra y privacidad adicionales a los los propietarios, además de ofrecer una vista de la vegetación desde el interior de las áreas de vivienda.
Una escalera sube a un primer piso con dos dormitorios, un baño y un salón que se abre a un gran balcón con un simple banco de madera y vistas al vecindario que lo rodea. Un vacío sobre este espacio habitable permite que la luz natural del nivel superior se filtre hacia abajo y crea un enlace visual entre los dos pisos.
En el piso superior, los balcones profundos, con una cubierta interior-exterior similar a la del primer piso, promueven la circulación de aire, mientras que un vacío de doble altura perforado con ventanas permite que la luz se filtre a través de la casa y proporciona un punto de interacción entre las habitaciones principales y de los niños.
El pavimento de microcemento cubre la totalidad del espacio, evitando cambios en el plano del suelo, gracias a sus propiedades de resistencia e impermeabilidad, que lo hacen óptimo para todo tipo de estancias. Los techos con paneles de madera, estanterías y unidades de almacenamiento integradas, y la fachada de ladrillo original del edificio crean un hogar cálido, elegante y moderno, consiguiendo dotar a la vivienda de un lenguaje sincero y natural.
Arquitecto: Tien-Chu Chen
