"Bosco Verticale"El proyecto de "Bosco Verticale" de Boeristudio es un proyecto-modelo de introducción de una gran biodiversidad en el corazón de la ciudad sin la necesidad de usar grandes superficies de suelo que las ciudades densas carecen. Mediante un sistema pasivo se reduce el CO2, la radiación solar incidente en las fachadas y la contaminación acústica.
El proyecto de “Bosco Verticale” de Boeristudio (Stefano Boeri, Gianandrea Barreca, Giovanni la Varra) propone un modelo de torre verde que produce la densificación de la ciudad pero introduciendo la naturaleza que forma parte de la propia edificación y convive con ella. Es un nuevo modelo de torre que busca la convivencia entre el medio natural y las urbes contemporáneas.
El edificio de Bosco Verticale está construido en el centro de la ciudad de Milán dentro del proyecto Porta Nuova que se sitúa en el barrio de Isola. El complejo de torres verdes está compuesto por dos torres de 110 y 76 metros de altura en las que se albergan casi un millar de arboles de porte considerable, arbustos y plantas decorativas con vivos colores. Esta cantidad de arboles y especies vegetales equivaldría a una zona de bosque de más de 10.000 m2.
El Sistema de Bosco Verticale ayuda a la optimización pasiva de la energía. Las especies vegetales que se sitúan en los balcones y voladizos del proyecto crean un microclima y forman un filtro para el polvo la contaminación de la ciudad y la radiación solar. Se mejora el confort en todo el edificio ya que las plantas producen humedad y oxigeno y absorben gran cantidad de CO2 además de ser una pantalla que reduce la contaminación acústica.
El riego de las platas se realiza mediante un sistema de filtrado de las aguas grises que se producen en el edificio por lo que se le da un nuevo uso a aguas que iban a ser desechadas.
El edificio también dispone de medidas activas de ahorro energético como sistema de paneles solares y aprovechamiento de la energía geotérmica.
Este proyecto es ganador del premio internacional HIGHRISE 2014 Premio que se otorga bienalmente y reconoce los proyectos de torre de gran altura en los que se combinan las mejores características estéticas interiores y exteriores, la sostenibilidad y aspectos sociales. Para poder concursar los edificios deben tener una altura mínima de 100 metros y estar encargados en los dos últimos años.
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